Previo al sacrificio el ganado es sometido a un examen ante-mortem por el personal veterinario y después es bañado y conducido al área de aturdimiento donde se insensibiliza, quedando inconsciente con el fin de evitar estrés e incomodidad, a continuación el animal es izado para proceder a su sacrificio por desangre, una vez se retira la cabeza y los miembros inferiores se realiza corte de lujo y desprendimiento de la piel para continuar con los demás procedimientos como el corte esternón evisceración corte de canales limpieza, lavado e inspección veterinaria post mortem para así conducirlo a la cadena de frío, todo con el fin de verificar que la carne se encuentre en perfectas condiciones para el consumo humano.